PERSONAIMAGEN
DIALÉCTICA DE LAS IMAGENES
A lo largo de la historia, la relación de las personas con las imágenes ha ido evolucionando. José Luis Brea en su libro Las tres eras de la imagen, establece una separación de etapas en función a la transformación etimológica que ha experimentado la imagen. Actualmente, nos encontramos en la última etapa descrita, e-imagen, la imagen incorpórea, la era de la post-fotografía.
Pero ¿qué es la postfotografía? Este término ha sido acuñado por algunos teóricos para denominar a esta nueva imagen versátil, adaptable a la realidad online, que rompe con la unión, hasta entonces establecida, entre imagen-medio. Interpretable a partir de una larga sucesión de unos y ceros. Que renuncia al ideal fotográfico de calidad y originalidad, al son de una transmisión y producción inmediata. Debido a su constitución versátil y fácilmente transformable deserta a la muestra de veracidad.
La fotografía, como su propio nombre indica, surge como una escritura con luz, pero sin embargo se ha desarrollado hasta convertirse en un lenguaje por sí mismo. En nuestro día a día nos comunicamos con fotos, “vivimos entre imágenes y entendemos el mundo en imágenes” (Hans Belting, 2007, pág. 14). Las imágenes ya no son medios sumisos al lenguaje verbal, sino que han adquirido una nueva soberanía. Han dejado de ser mediadores simbólicos entre nosotros y el mundo, y han pasado a constituir mundo, materia imagen. (Fontcuberta, La furia de las imagenes, 2016)
Hoy en día es inimaginable comprar un teléfono móvil, nuestro principal medio de comunicación, que no cuente con una cámara. Solo hay que ver la publicidad de las marcas pioneras en este sector. Lo primero que mencionan es la cámara. En el caso de Samsung llegan a afirmar “una experiencia fotográfica con un innovador teléfono creado alrededor de ella”. Quieren garantizar la cobertura en este nuevo lenguaje, ya no solo en el verbal como se planteo en su origen. Dejando de ser un elemento secundario, sumiso, extraordinario, y pasando a constituir uno de los fundamentos entorno al cual se construye el teléfono, convirtiéndose en algo ordinario, es decir, del orden común.
Las fotos online pueden entenderse como una conversación. No una conversación sobre las fotos, sino una conversación mediante las fotos. (Fontcuberta, La furia de las imagenes, 2016, pág. 120)
El contenido visual cala con mayor fuerza en nuestra memoria, a diferencia del texto, la imagen, no necesita someterse a un proceso de reflexión, sino que entran como un mísil y se graba en nuestro disco duro, pasando a formar parte de nuestra base de datos.
Por lo tanto, la profundización en el pensamiento a través de las imágenes debe partir de una predisposición y esfuerzo reflexivo por parte del individuo. No es algo natural sino requiere un acto de voluntad. Las imágenes tienen la capacidad de configurar la conciencia colectiva de la sociedad.
A diferencia de la inteligencia artificial, la mente humana establece una jerarquía dentro de la base de datos, en torno a la cual se organizan la información que en ella entra.
Fontcuberta, J. (2016) . La furia de las imágenes. Barcelona: Galaxia Gutenberg